sábado, enero 17, 2009

Cómo Sobrevivir al Amor-Distancia en Tiempos del 2.0

Cuando me emparejé, aquel regalo venía con un bonus: Nuestra primera cita debió terminar temprano, porque mi pretendido-pretendiente tenía que, a las nueve am del día siguiente, rendir su examen internacional de inglés. La razón: la postulación a un master en el extranjero.

Al darme por enterada de aquello, sólo levanté una ceja en silencio, y decidí utilizar el carpe diem a mi favor. El hombre se iba, podía ser ese el único fin de semana que pasáramos juntos, o en el mediano plazo, pasar unos buenos meses antes que él partiera. Porque feeling había, de eso, no cabía duda.

Resultó ser que el feeling fue el suficiente para generar una relación, que tenía más ocupados al resto de qué pasaría con la distancia, que a nosotros mismos.

Y lo acompañé en cada momento que pude, (incluyendo lateros trámites consulares). Y llegó el día, y se fue.

Y contrario a lo que la fantasía popular quisiera creer, no tuvimos una última noche de pasión desatada, ni una despedida digna de un plano secuencia musicalizado. La vida es mucho menos cliché, y se agradece. Fue justo con la calma que debía ser. Con toda la ansiedad y la presión personal-social que involucra una estancia larga fuera del país, era suficiente.

Y han pasado los meses, y con el beneficio de no dibujar palabras que se las lleva el viento, hemos sobrevivido. Y no sólo eso. Sino que hemos sobrevivido (modestia aparte) con mucha astucia, inteligencia, creatividad y una buena dosis de madurez también.

Si ud. se siente tocado porque Ud. o su pierna suave o peluda se fue, se va, o está pensando en irse, le daré a continuación algunos puntos fundamentales, nacidos de la humilde experiencia, para la sobrevivencia en las relaciones de la era global:

1.- El punto base es que ambos posean un computador, con cámara, dispositivo de voz y conexión periódica a Internet. Resulta fuerte que el primer consejo tenga un carácter tan materialista, pero así es la vida neoliberal, y es mejor asumirla como tal. Sin eso, la comunicación se hace menos fluida, se pone lenta y antojadiza, por ejemplo, a los horarios del comercio tan disímiles en los distintos husos horarios.

2.- Skype se convertirá en su mejor amigo, y el sonido de llamada será sinónimo de cuando tenía quince y esperaba que el(la) chico(a) que le gustaba, lo(a) llamara para invitarlo(a) a salir. Intente mantener su cuenta con crédito al menos para una llamada de emergencia en casos de angustia crítica. La idea es que suceda una vez a las mil. Pero somos humanos, todos tenemos derecho a un día de maña.

3.- Intente bajo todos los medios (entiéndase SMS, chat, mails, fono e incluso si sabe, señales de humo), establecer un contacto diario o al menos, periódico. Cada pareja tiene sus tiempos, pero no olvide que una de las cosas que construye pareja es la cotidianeidad. Si ésta se rompe, la distancia se convierte en tu enemiga absoluta. Y ahí sí que comienzan los problemas.

4.- Aunque parezca paradójico de lo anterior, debes entender que tu pareja tiene su vida, si se fue a estudiar, seguramente tiene que leer, hacer trabajos, hacer viajes cortos, tener compañeros del sexo opuesto con quienes debe compartir para no ser un pingüino autista en la metrópoli. Lo mismo si trabaja. Y tú debes hacer lo mismo; tanto en modo presencial, como en modo e-learning, no hay relación que sobreviva si no se permiten los espacios de desarrollo personales.

5.- Haga el esfuerzo y deje sus prejuicios sexuales de lado. Si reía cuando le hablaban del sexo por Internet, de los artefactos USB, y de las diversas utilidades íntimas de la web 2.0, podrá corroborar que esos artefactos no resultan ser tan risibles con el pasar de los meses.

6.- Compartir fotos de las diversas actividades, paseos, carretes, viajes, juntas y etc. Que cada uno tiene, es signo de lo mismo expuesto en el punto 3: mantener una relación fluida, cotidiana, casi como si no existieran los cientos de miles de kms que los separan.

7.- Enviarse regalos sorpresa por correo tradicional, es una joya que la web no ha podido superar. Aunque demoren, sean caros e incluso menos seguros, siempre vale la pena recibir un regalo elegido por tu pareja, que fue tocado por él o ella, escrito con su letra y cerrado con sus manos. Suena algo fetichista, pero es una forma de aminorar la falta de tacto por tanto tiempo.

8.- Es bueno que existan las intenciones claras y materiales de que volverán a encontrarse. Qué tú viajarás, que él vendrá de vacaciones, o cualquier realidad por el estilo. No es posible soportar por demasiado tiempo la presión de la distancia, sin poner la esperanza en un futuro encuentro.

9.- Respecto a la fidelidad y las leyes de los no sé cuantos kms, y el dicho mexicano “Amor de lejos, amor de pendejos”, el asunto es simple. Tú decides si eres capaz de hacerte cargo de la ausencia de tu pareja. Asimismo, tú decides si eres capaz de hacerte cargo de un revolcón o una relación que lleve a cuestionarte la distancia. No hay receta para ello. Lo único que puedo repetir, es que las relaciones se constituyen sobre la base de voluntades compartidas. Los valores restantes, son capacidad del criterio de quien comete las acciones. Finalmente la libertad se la construye uno.

10.- Finalmente todo podría resumirse a intentar llevar la relación lo más similar posible a lo que sería si estuvieran en el mismo país y la misma ciudad. Buscar símiles y utilizarlos a tu favor. La única frustración parcial que puede quedar es la de no poder tocarse ni olerse. Digo parcial porque la mente es infinita y la distancia puede potenciarla a niveles que, sin ella, quizás nunca pudiste haber experimentado.

¡Buena suerte!