No he podido ver los debates en directo, ni tampoco sentir el comentario tuiteado minuto a minuto o del día posterior directamente, pero estuve viendo y pinchando algunas imágenes, el video en canal 13, y con sólo ver entrar a los candidatos...
Me da la impresión Arrate es como el abuelito con quien me gustaría almorzar los domingos, que me contara historias, me enseñara sus libros, me pudiera venir a Europa con él de viaje...
MEO el jefe histérico, bien típico de productora, el que nadie quisiera tener. Porque sonríe cuando amaneció de buenas y es capaz de gritonearte, olvidándose de cualquier buen modal de un segundo a otro. Se gana los fondos, pero paga mal, no cuida a la gente. Tiene alma de jipi dictatorial.
Piñera es el jefe al cual nunca verás. El notario detrás de la puerta, el decano de la facultad que te saluda el primer día de mechón, el senador por el que votaste sin saber si alguna vez en tu vida, te representó. El jefe que da un discurso con sabor a cartón en una comida de la empresa y luego se va, ocultando la cara de asco.
Y Frei. Es como el papá bonachón. El que podría aportar harto en la reunión de apoderados, porque es muy inteligente, pero es tímido (y tiene una mujer que habla demasiado). Es el papá que se la juega y podría trabajar más para pagarte un viaje al extranjero, que ayuda ojalá siendo anónimo a alguna amiga tuya. El papá que va a dejar a todos tus compañeros y amigotes después de una fiesta de octavo básico, con un poco de cara de enojado, porque tiene q trabajar al otro día, pero lo hace igual. Es mejor eso a que los niñitos se queden botados en la calle.
Et voila.
No tengo dudas por quién votaría en primera y en segunda vuelta. Pero no es que lo haga por una convicción que me salga de adentro (qué envidia a quienes sienten eso todavía por la política). Por lo demás, me encantaría que se hubieran puesto de acuerdo en Chile, para que los chilenos que estamos en el extranjero, pudiéramos ejercer nuestro derecho cívico.
Peras al olmo todavía parece.
Me da la impresión Arrate es como el abuelito con quien me gustaría almorzar los domingos, que me contara historias, me enseñara sus libros, me pudiera venir a Europa con él de viaje...
MEO el jefe histérico, bien típico de productora, el que nadie quisiera tener. Porque sonríe cuando amaneció de buenas y es capaz de gritonearte, olvidándose de cualquier buen modal de un segundo a otro. Se gana los fondos, pero paga mal, no cuida a la gente. Tiene alma de jipi dictatorial.
Piñera es el jefe al cual nunca verás. El notario detrás de la puerta, el decano de la facultad que te saluda el primer día de mechón, el senador por el que votaste sin saber si alguna vez en tu vida, te representó. El jefe que da un discurso con sabor a cartón en una comida de la empresa y luego se va, ocultando la cara de asco.
Y Frei. Es como el papá bonachón. El que podría aportar harto en la reunión de apoderados, porque es muy inteligente, pero es tímido (y tiene una mujer que habla demasiado). Es el papá que se la juega y podría trabajar más para pagarte un viaje al extranjero, que ayuda ojalá siendo anónimo a alguna amiga tuya. El papá que va a dejar a todos tus compañeros y amigotes después de una fiesta de octavo básico, con un poco de cara de enojado, porque tiene q trabajar al otro día, pero lo hace igual. Es mejor eso a que los niñitos se queden botados en la calle.
Et voila.
No tengo dudas por quién votaría en primera y en segunda vuelta. Pero no es que lo haga por una convicción que me salga de adentro (qué envidia a quienes sienten eso todavía por la política). Por lo demás, me encantaría que se hubieran puesto de acuerdo en Chile, para que los chilenos que estamos en el extranjero, pudiéramos ejercer nuestro derecho cívico.
Peras al olmo todavía parece.