domingo, julio 31, 2011

Violeta Volvió de los Cielos

(Comentario a la película de Andrés Wood, Violeta se Fue a los Cielos. También publicado en R7A, Revista Séptimo Arte)

A Violeta Parra no hay que presentarla. Deben ser muy pocos los chilenos, y también extranjeros interesados en la música y la cultura lationamericana, a los que su nombre, al menos, no les suene. Deben ser pocos también los que no tienen algún tipo de opinión sobre ella. Opinión que puede ir desde el máximo cliché (positivo o negativo), hasta el sentimiento de una conexión personal y profunda, con su vida y obra.

Estos últimos, han sido los años en que la sociedad chilena ha removido sus añosas vigas centenarias: tuvimos por primera vez una mujer presidenta, una revolución pingüina, un terremoto, y un actual despertar ciudadano en las calles. Y el arte no se ha quedado atrás. Han surgido películas documentales y ficciones que han ido retratando los cambios que Chile está viviendo como sociedad en los últimos diez o quince años.

La figura de Violeta Parra en el cine era una deuda pendiente hace mucho tiempo (sobre todo en el cine de ficción). Y es quizás esa no-necesidad de presentación, esa calidad de mujer-mito (casi fundacional en nuestra cultura actual), lo que ha jugado en contra de su representación cinematográfica.

Competir con la potente imagen de sus entrevistas, reutilizadas en gran cantidad de documentales y programas de televisión, parecía una tarea prácticamente imposible de realizar. Pero el tiempo pasa, y Andrés Wood, luego de años de trabajo, decidió enfrentarse con este mito- matriarcal-fundacional para la cultura chilena y latinoamericana. Y decidió enfrentarse con las armas que mejor conoce y que ha cultivado en su carrera de cineasta: la enunciación, la poética sutil de la imagen, la fortaleza de la música como discurso; la incidencia definitiva de la emoción.

Andrés Wood, desde su primer largometraje Historias de Fútbol, estrenado en 1997, pasando por la reconocida El Desquite (1999), o la menos conocida La Fiebre del Loco, hasta llegar a Machuca

(2004), La Buena Vida (2009) o su más reciente incursión en televisión con la serie Los Ochenta, ha trabajado con este particular sello, enfrentándose a los grandes o pequeños mitos-hitos, que constituyen el corazón de nuestra identidad reciente. Si bien es cierto y sabido que el cine es una tarea colectiva, en que técnicos(as), actores, actrices, artistas, guionistas, montajistas y todo el gran equipo que se reúne en favor de una creación, la labor del director o directora, de aglutinar todos esos esfuerzos bajo una mirada, deja y debe dejar un rastro autoral innegable.

Violeta se fue a los Cielos es el desafío de retratar esta madre rabiosa, creadora y apasionada, que esta tierra vio parir con dolor. El mismo dolor que la hizo apretar el gatillo en un silencio escalofriante. El desafío no resulta menor: no hay mayores fuentes directas que sus canciones, algunas entrevistas (como la que aparece reconstituida en la película), una personalidad difícil, y recopilaciones que le inspiraron su andar por los campos chilenos. Eso, a pesar de la multiplicidad de libros y estudios que se han llevado a cabo en su nombre, incluyendo una importante ancla para esta realización: el libro de su hijo Ángel.

La película es también el esfuerzo de hacer que quien no la conoce, o no sabe de ella lo suficiente, se entere mediante un relato paralelo, en donde se intercalan historia y emoción, poesía, canto, valentía, sufrimiento, paisajes, y una actuación desbordante de su protagonista, de quién fue finalmente esta mujer mítica e incomparable, de la que todos, muchas veces con el miedo de no conocerla suficiente, escuchamos, repetimos y hablamos.

Violeta se fue de este mundo hace más de cuarenta años. Y no lo parece, porque su discurso sigue en el aire resonando como el mejor de los clásicos. Su hijo Ángel dijo que Violeta se Fue a Los Cielos, y Andrés Wood hace el mejor de los intentos, por traerla de vuelta, para recordarla, homenajearla, y volvernos a encontrar con su figura poética, de mujer fuerte e inspiradora.

Aquí su página web. Desde el 11 de agosto en los mejores cines.

jueves, julio 21, 2011

Luna en Aries



Pálida rosa la luna, indica el camino.

Ojos cerrados, sonrisa de labios mordidos y paso firme, la sigo.

Luna luminosa y palpitante.


Papel. Corcel. Pincel.

Tu nombre otra vez.