martes, enero 24, 2012

Carencia Programada


En mi residencia universitaria (por si no lo había contado, la más linda del mundo mundial), ayer estuvieron haciendo reparaciones técnicas y cortaron teléfono e internet todo el día.
Coincidentemente tampoco tenía clases, y ando con una tos del demonio, por lo que aproveché de quedarme en casa.
Al principio, al constatar que el navegador no abría ninguna página, hice todos esos trucos que hacemos cuando eso sucede: desactivar/activar airport, cerrar abrir, reiniciar, comprobar todo una y otra vez, etc. Como soy una maldita dependiente, tengo mi iphone conectado 24/7, donde pude comprobar (en el fcbk de mi residencia), que había corte telefónico y de red completa (y pánico cundiendo entre los residentes).
Entré, evidentemente, en pánico también (aún teniendo, repito, mi estupendo aparatito conectado todo el tiempo).
Y como para un adicto el primer paso, en el que se reconoce que se es adicto, es el más difícil, me tardé en aceptarlo.
Y entonces me puse a hacer cosas. Como leer mis libros. Como lavar el alto de ropa que tenía pendiente, menesteres domésticos, de belleza, yoga, tertulia nocturna con compañeritos, y hasta ir a jugar billar con mi nuevo amigo iraní.
Hoy no quise averiguar si el internet había vuelto. Seguí haciendo como que no había, me levanté temprano, (sí, lo admito, revisé rápido mi correo en el iphone), hice más orden y limpieza, y fui a hacer compras que también tenía pendientes.
Ahora, al regreso, mientras figuro sentada frente a mi computador, en la posición más recurrente del 90% de la gente que habitamos en este lugar, me planteo qué tal sería autoimponerme un día a la semana sin internet.
Así como una se hace la voluntad de intentar hacer deporte, de intentar comer sano, de subir la escala normal, en lugar de la mecánica o el ascensor.
¿Qué tal estaría mi voluntad para alejarme un día, sólo UN DÍA, de estar enchufada al 100%?
¿Cuánto nos perdemos (asumiendo que ganamos mucho también), por estar clavados en la pantalla de nuestro computador/tablet/smartphone, etc?
Re-aprender que no todo puede estar a un click de distancia (o menos?)
Sin ir más lejos, en la tertulia con mis vecinitos de residencia, cada vez que intentábamos dar un argumento en torno al tema de discusión, alguien decía "búscalo en wikipedia". Hasta que alguien dijo "podemos sólo discutir, sin wikipediarlo todo?"
Y viene a mi mente la imagen cliché de los cortes de luz en mi ciudad natal, Santiago de Chile. Corte de luz, y la familia reunida en torno a velas conversando, esperando el momento en que llegue la electricidad, o que se haga tan tarde, que haya que ir a acostarse en la penumbra.
No estoy hablando que todos estos aparatos están vinculados al demonio, que nos deshumanizan radicalmente o que nos pueden producir cientos de cánceres. Para eso están las religiones y las revistas científicas.
Sólo quería abrir mediante este post, el pensamiento de dejar un poco de tiempo al azar.
De hacer el (tantas veces necesario) ejercicio de la carencia programada.