viernes, septiembre 12, 2008

Cuerpo


Hoy fui al espectáculo "Alegría" del refamoso "Cirque du Soleil".
No contaré el show, porque es harto mejor verlo, y si no se puede, Sr. Sra, busque el DVD, o en Youtube, y podrá ver Ud. mismo lo perfecto que es todo ahí. Ningún detalle al descuido. Algo que se agradece infinitamente por cierto.
Mi reflexión es otra.
Quedé impactada por el tema del cuerpo. Quizás es por la víspera del seminario de Foucault que habrá pronto, que el tema me ronda tan de cerca, pero es que si te pones a analizar desde ese prisma todo el show del Cirque, es impactante como el cuerpo resulta un estandarte, herramienta, objeto de culto, etc.
El circo en general es un espectáculo que rodea al cuerpo: Los músculos y la fibra de los acróbatas, el disfraz de los comediantes, el brillo de todos los participantes del mismo. Pero el Cirque, que además se planteó desde el principio como un show exento de animales, el tema del cuerpo resulta tan fuerte que impacta.
No sé cómo más podría profundizar esta reflexión. Quizás en el cuestionamiento de tanto culto al cuerpo; o quizás en la pregunta de cuáles son los límites de nuestro propio cuerpo.

Mi hermana hace clases de computación a personas de la tercera edad. Hoy llegó contando que una abuelita, que guarda muchas medallas por su pasado de maratonista, se inscribió en el curso porque necesita con toda el alma, activar su parte intelectual. Fue mucho cuerpo durante toda su vida.
Es curioso para mí encontrarme con esa faceta, porque recuerdo muy bien alguna clase de primer año del pregrado, cuando un profesor nos contaba cómo su maestro, de tanto leer, de tanto pensar, de tanto escribir y hacer ejercicio intelectual, el cuerpo se le había estropeado. No le respondía. Y entonces comenzó a fallarle todo; todo el gran sistema que es el cuerpo. Me marcó tanto, porque justamente yo estaba segura que quería desarrollar muchísimo más mi cabeza que mis bíceps. Hasta entonces.

No puedo dejar de ver flashes de esos cuerpos volando por los aires, con un control opulento sobre cada movimiento, sobre cada centímetro de musculatura. Recordaba también las competencias en las recientes olimpíadas de Bejing.
¿Cómo mantener un equilibrio, que no te lleve ni para el lado de un culto deformatorio del cuerpo, y un ejercicio intelectual que te mantenga vigente sin volverte un viejo o vieja de mierda?
Me parece que los orientales saben bastante de eso.
Mientras tanto, creo que soñaré con mezclas entre los documentales de Leni Riefenstahl (una gran rayada con el tema del cuerpo), el Cirque du Soleil, y el señor Foucault mirándolo todo, apoyado con su mano en la barbilla !

PD: Gracias Cata por retarme por mi floja actualización del blog !

2 comentarios:

Imadia dijo...

En-vi-dia!!!

Sacaste muchas fotos? *o*

Yo quería ir, pero mi billetera salió huyendo =P


Un abrazote

Shidi ! dijo...

la gente es bien porfiá con lo de las fotos por la máquina.
Evidentemente en internet se encuentran unas mucho mejores q las sacadas así medio a hurtadillas
(porque hasta en los asientos dice que están prohibido sacarlas!)
salú, gracias por la visita