En mi casa vivimos cinco personas, más mi nana que viene de lunes a viernes de ocho a seis, y la Manu, mi tortuga que recién comienza a desperezarse de su envidiable hibernación. Todos tenemos nuestras luchas de poder. Mientras mi nana y mi hermana chica prenden la tele cada vez que están solas, mi mamá (cuando llega de la pega) y yo vamos detrás apagándola, evitando su terrible ruido y tontera. Mi mamá escucha folklore los sábados y los domingos cuando se levanta. Pone todas las radios en lo mismo, para que por último se nos meta por osmosis. Luego de más de veinte años, finalmente lo ha logrado. Todos en casa tocamos algo de guitarra, sabemos perfectamente la diferencia entre una cueca, una tonada, una milonga y un tango. A pesar que escuchemos otras cosas de otras latitudes que poco o nada tengan que ver con la música tradicional latinoamericana. Mi mamá tiene eternas peleas con su novio de años, porque ensaya con su conjunto dos veces por semana, y en Fiestas Patrias las presentaciones son muchas. A propósito, mi hermano de 19 toca todo el día piano. Si no está tecleando en msn o durmiendo, es porque está tocando sus sonatas, sus ejercicios, sus temas de Piazzolla. Mi nana (quien viene de lunes a viernes) es la reina de quebrar lo inquebrable, y de negar cualquier culpabilidad. Pero aún así, no podemos dejarla partir. Es parte de nuestra familia.
Mi hermana chica (12) está en la edad del No. Nada de cosas políticas. Pero si toda la familia se entusiasma con algo, ella no. Si todo el mundo lo pasa bien en sus fiestas bailando regetón, ella no, quiere escuchar Miguel Bosé o Placebo. Si las niñas de su edad se visten de colores o de blanco, ella se viste de negro. Y se pinta las uñas de negro los fines de semana (yo todavía no puedo pintarme las uñas como ella, mi pulso es una vergüenza). Mi hermana mayor va entre sus planos 3D, las estadías en la casa de su pololo y el buen y mal humor (el que cambia con inimaginable rapidez).
Me gusta mi familia. Numerosa. Despelotada. Ojalá y yo no tenga sólo un hijo. La casa llena es un desastre de pronto… pero cuando lo he pasado mal, mal… los únicos que están ahí siempre es él, el hombre de la casa, mi hermano, y mis cuatro congéneres (y la Manu por supuesto), todas cortadas por la misma tijera… mi inagotable mamá.
13 comentarios:
Es increíble lo distintas que son nuestras familias, y lo parecidas que nos resultan a veces. Sin duda es fascinante verlas desde afuera y conocer a cada uno de sus miembros.
Me quedó gusto a poco en la descripción. ¿Será porque no estabas tú en ella? Eres la más fascinante de todos.
Te quiero
la edad del no, ufff, estuve en esa años. sirve, pero mirada con distancia, que nonoista era uno.
salud
La edad del no...notable, para mi es más que eso, es una era! Sigue siendo tan divertido...claro que ahora es por opción, dependiendo de la circunstancia
Linda familia, especialmente el lado musical y folklorico.
Oye cueiden la nana, un bién en extinción e irreemplazable, dale mis saludos a esa integrante de la familia y dile que seguro los sorprenderá con empanadas para este viernes, jeje.
Shidi espero tu visita en mi blog
Feliz 18
ah, la hibernación... ja, no es cierto, imagina luego de tanto corazón y bolígrafo en éste post como para salir con eso no?
familia, amor, espacio, comprensión, diversión, conocimiento...
si puedes entra a albertoespejel.blogspot para que dejes tu voz en una nueva encuesta que empecé desde ayer, está chistosona
salu2, dear shidita
Hola Shidi!
Muchas gracias por tu lindo comentario a mi snoopy huaso!
Es lo que hay!!!...
salgo en defensa de tu nana.
Si ella es la que sacude las cosas y lava los platos, es obvio que ella tendrá las mayores posibilidades romper algo.
o no?
ahora que lo niegue es otra cosa
saludos
Con que cara hablas de democracia si tienes una persona de esclava para que lave tus calzones inmundos.Tu democracia es de aquella que no te afecta,la pides a otros y vives bajo el el techo con una persona como esclava...mejor regale el dinero y que ella esté con su familia.Y por cierto personas como tú que se fijan en una h y no en la esclavitud que tiene sometida a una persona son las que hacen grande a la democracia.Por otra parte la pobreza no necesita fundamentalistas ecológicos para su defensa...
La incoherencia es tu carta de presentación
CAO..PERDON CHAO.
Qué lástima que no sepas diferenciar entre un trabajo, con tanta diginidad como cualquier otro (es esa la dignidad que se le ha dado siempre en mi casa), y la esclavitud, una actitud avergonzante ni siquiera digna de siglos pasados. Con todo el ahistoricismo que esa afirmación implique.
Una verdadera lástima
Shidi !
Esto es para fco.
Tu forma de argumentar me parece básica. Digna de un niño de colegio. No sé que edad tienes, pero deberías aprender a formular tus descargos de una manera coherente, con argumentos que pesen.
Te explico: una nana, tiene un trabajo, está contratada, se le pagan sus imposiciones, y tiene derechos de vacaciones, locomoción y salud. Además muchas veces gana el cariño de toda la familia. Claro que deja a su propia familia de lado, pero es por su trabajo. Muchas personas trabajan. ¿Tú trabajas? Quizás no, porque quizas el trabajo te sea demasiado similar y cercano a la esclavitud.
Saludos, y meditalo.
Casa llena... uff sé lo que es eso. En mi familia somos cinco hermanos; tres hombres y dos mujeres. Por lo tanto en algún momento fuimos siete personas las que compartíamos techo. Hoy somos sólo cuatro los que normalmente estamos. Pero cuando el resto vuelve de visita, ahora con hijos somos muchos más. Debo reconocer que cuando la cosa se aglomera mucho me pongo medio autista y me corro, pero a final de cuentas, una familia numerosa es mi prototipo de familia preferida. Se lleva en la sangre.
Super linda tu familia, Shidi... se parece a la mia, incluyendo a la hija en la edad del "no" jajajjaaa!!
Increíble tener esa bulla permanente, esas luchas de poder, y tener que organizarse para poder hablar de a cinco y aún así entenderse!!! Valorrrr!!
Un besito y buen finde...
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