
Chile y toda su Macondez de nuevo a los diarios. Me llama la atención el carácter mítico que ha ido adquiriendo el dictador desde su silencio en su casita de la Dehesa. Aunque parezca extraño, encuentro válidas las dudas que plantea la oposición ante el caso de los lingotes de oro: Escándalo público por la corrupción en una institución pública, financiada con dineros de todos nosotros, y de pronto aparecen casi misteriosamente, unos documentos sobre venta de lingotes en el correo electrónico de un agente de ventas gringo. En los documentos aparece el nombre de Pinochet, no de Daniel López, ni algún pseudónimo de su mujer. Los lingotes están en el Hong Kong Shangai Bank (HSBC), un lugar que el dictador visitó con su mujer unas cuantas veces durante su reinado. Entonces ahora todos ponen los ojos en blanco, oficialistas y opositores. Y el dictador sigue viviendo en su casa, tibia y acondicionada para el calor. Con unos cuantos sirvientes que le ponen las pantuflas, una enfermera nocturna que lo cuida por si acaso. Recibiendo una que otra visita de los pocos amigos que le quedan, desde que se confirmó que además de asesino y dictador, es ladrón. Mientras tanto, las portadas de los diarios se llenan, los periodistas retoman sus lecturas sobre los procesamientos de Pinochet, toman contacto con sus amigos y corresponsales gringos para que sondeen la situación con la agencia, los editores mandan a sus estrellas a Hong-kong para averiguar algo más de primera fuente. Ojalá una nota en la pieza de los lingotes. Una ley de no innovar, la corte con jueces, muchos de los cuales negaron los cientos de amaparos por detenciones sin fundamento. Y dicen que avancemos, con el dictador cada vez más mito. Porque no habla, y quien no habla, da lugar para todo. Y si fuera cierto lo de los ciento y tantos millones de dólares? Se indemnizaría a los familiares de D.D.D.D que llevan treinta años peleando por verdad y justicia? Se perdería la plata en los impuestos? O en el silencio de este Macondo de extremo Sur???