sábado, octubre 29, 2005

La Carta

Hoy día desperté con la voz de mi hermana chica, que me decía “La Ana te dejó esta carta. Te la dejo aquí para que la leas”. Yo, entre el trasnoche, el carrete y la pena de enfrentar la despedida de mi querida Ana, opté por decirle “gracias”, darme la media vuelta y seguir durmiendo. Pero soñé que leía su carta, y en el sueño lloré desconsoladamente por esa pena que no quise enfrentar despierta (ayer cuando se fue, preferí no estar en casa).
Cuando abrí los ojos y vi su carta, en un sobre de papel cuadriculado, cerrada con tape, la abrí sin pensar mucho, porque sabía que de pensarlo, la pena me paralizaría de nuevo. Ahí estaba su letra, su caligrafía que llora la misma sensación de orfandad que yo. Les regalo a todos un pedazo de sus consejos:
“Es muy bueno estudiar, pero no olvides qué importante es tener una familia e hijos, y estar feliz por dentro”
La vista se me nubla con la trascripción. Estoy en un profundo duelo. Aunque prometí visitarla. Aunque prometió estar siempre ahí, y regalarme el viaje que tanto deseo si se gana el Loto.
Con mi hermana ayer entre copa y copa, tratábamos de consolarnos admitiendo que era un crecimiento para todos. “La balanza se centra un poco”, me decía auto convenciéndose. “Ella se hará más cargo de su vida, de su casa, de su familia, de sus sueños”. Nosotros debemos crecer ya, y hacernos cargo de toda esa cotidianeidad que la Ana nos suavizaba con su presencia.
Qué razón tuvo la Jimena a mediados de año cuando me dijo que este año debería dejar partir a personas muy queridas.
Con todos esos consuelos, yo sigo inconsolable. No es fácil dejar partir un regalo.

miércoles, octubre 26, 2005



Mi vida es una lluvia de regalos.
Mi casa (familia adentro). El mundo (con los amigos, los que están, estuvieron y siguen estando siempre incluidos). El dolor que nos enseña. El vivir del cual aprendemos. El amor del cual renacemos.
Él desde hace años. Pero desde ahora, un abrazo constante, la suave brisa que acompaña mi cotidiana lluvia de regalos.
Las fotos pertenecen a una visita que hice la semana pasada con mi hermana, a nuestro barrio de tierna infancia. Es en Santiago Centro, cerca de San Isidro con Santa Isabel. Ahí viví hasta los 5 años. Visitamos el "Emporio Aguilera", que letras más, letras menos, sigue siendo el mismo negocio de la esquina, a cuya vitrina no alcanzábamos en altura para poder comprar dulces. La señora Isabel y Don Gilberto, sus dueños, (quienes nos recuerdan como si nos hubiéramos ido ayer), siguen como siempre, envolviendo el queso fresco en papel de roneo y amarrándolo con pitilla. En la casa del fondo (derecha) viví mi más hermosa infancia. De la cual tengo no sólo recuerdos mentales, sino cintas de video atesoradas, de cuando aún ni siquiera caminaba. La casa pequeña de la izquierda al fondo, eran mis vecinos. Pertenecía a la imprenta de la revista La Bicicleta. En ese entonces, no estaba ese moderno auto rojo. En su lugar, había un trasnochado suzuki blanco, manejado por el tío Ricardo. Yo preguntaba por qué trabajaban hasta tan tarde. Mientras pedía que me regalaran papel para jugar a la secretaria.
Cómo no voy a ser lo que soy. Cómo no voy a tener sueños en llegar a ser.
Esta vida llena de regalos. Y el sol que calienta cada día más.
Y yo cada vez menos incógnita en mi propio blog.
Shidi !

sábado, octubre 22, 2005

Pena


Tengo pena. Hoy llegué y mi mamá hablaba con la Ana. Mi nana. Mi casi ex-nana. Sólo trabajará hasta esta semana. Lleva diez años con nosotros. Pero ya expliqué las razones en el otro post.
Ella lloraba.
A mi mamá le brillaban los ojos de sobremanera.
A mí me resplandece la soledad de no volver a escuchar sus gritos, ni su aspiradora, ni sus abrazos cuando todo iba pésimo. Cuando todo iba mal y me daba de sus pastillas para dormir.
Me brilla todo, pero no de alegría.
Nunca me ha gustado despedir.
En la foto ella, la Ana y otra que sufre más que yo: mi hermana chica. Tiene doce y la Ana lleva diez años con nosotros.
Inconsolable.

domingo, octubre 16, 2005

Entremés


No me gusta ni la mortalidad,
Ni la inmortalidad.
Entonces,
Me quedo con la vida.

Mientras tanto
me pinto las uñas
De color sangre.

martes, octubre 11, 2005

Contingencia Bruta: La Tierra Llora

Asia llora sus 40 mil muertos (de los cuales se estima que 20 mil son niños) por el terremoto grado 7,6 del sábado recién pasado. España deporta masivamente africanos que llevan años intentando arrimarse a su propio dorado: los enclaves españoles de Ceuta y Melilla (sí, España tiene posesiones en el norte de Africa). Los devuelve a Marruecos (gracias a un tratado nunca utilizado, firmado el año 1992) y Marruecos a su vez, siguiendo con la cadena, los mete a buses y los abandona en el desierto del Sahara; muerte segura. Irak, capítulo aparte. El eterno telón de fondo de la tragedia.
Por el lado americano, New Orleans sigue paleando el barro de las calles, el huracán Stan deja sin casa ni trabajo a miles de Guatemaltecos, Hondureños y Salvadoreños. Como si no fuese suficiente con la historia. Fujimori y Menem, dos de los peores presidentes latinoamericanos después de las dictaduras, informan públicamente de su próxima postulación a la presidencia; el primero el 2006, el segundo el 2007.

Entre tanto el gobierno Taiwanés lucha por superar la oposición interna, con el fin de aceptar el ofrecimiento Estadounidense de armarse. China le sigue pareciendo desconfiable y peligrosa (a todos debiera por lo menos causar algún tipo de incertidumbre, si se considera que son un quinto de la población mundial). Venezuela reacciona por la compra de un reactor nuclear a Argentina. En Europa, Alemania, el festival del codazo porque una mujer, del Este y más encima demócratacristiana llega a la cancillería (me pregunto qué sería de Chile si fuéramos un país de régimen paralamentario; me pregunto si la mitad de los chilenos sabe lo que es un régimen paralmentario).
Hoy, en Santiago de Chile asisto a la inauguración de la
exposición de Juan Meza-Lopehandía, padre del estimado Matías Meza. En ella se cuenta un pequeño gran llanto de nuestra tierra: el Réquiem en fotografías de Pangue y Ralco, los paraísos inundados por Endesa.
Tantas cosas a nuestro alrededor... Aquí nos miramos el ombligo viendo al Padre Hurtado en las paredes y peleando qué cárcel es mejor para meter a tanto delincuente. Pocas personas hablan de educación en serio. Muy pocas. Con la pata trasera intentan tapar el condoro de CELCO (tema que nunca más volvió a tomarse con profundidad en la prensa). El Mauro y el equipo con el cual trabaja luchan porque no se olvide.
Y yo me quejo porque anoche el insomnio no me concedió más de dos horas de sueño. Con todo esto, quién puede dormir en paz.

lunes, octubre 10, 2005

Shidi Shascoberta: Me cortaron bien el pelo

No iba a una peluquería hace años. No sé exactamente cuántos, pero muchos. Creo que fue hace siete años cuando acompañé a un galán a su fiesta de graduación (yo era dos años menor).
Este viernes recién pasado me reencontré con uno de los sitios favoritos por muchas mujeres. Y ojo que no fui a cualquiera... Fui a la pelu de Sebastián Ferrer, qué top. Mi novio, el hombre que muchas mujeres quisieran tener a su lado (ejem, sí, se me cae la baba), me acompañó el muy amoroso. Ahora dirán uds. "Qué pudiente la Shidi que se gasta 25 lucas (sí, eso es lo que sale un corte en Sebastián Ferrer) en un corte de pelo” (a eso hay que agregar que tengo poco pelo, y comentarios mal intencionados podrían decir que voy a botar la plata a la peluquería). Pues bien, tráguense las palabras l@s de malas intenciones, primero porque no pagué ni un peso por el corte y segundo porque no ser el estereotipo de rubia-regia-nariz respingada-abdomen perfecto, no implica que una, toda normal, pueda mejorarse con un arreglo estético-personal. Para quienes se quedaron pegados en que no pagué un peso por el corte, les paso el dato. Hace tiempo que quería cortarme el pelo, pero como tenía cero noción del estilismo contemporáneo (recuerden que hace siete años no pisaba una pelu), comencé a buscar cosas en google. Ahí por supuesto que apareció el top Sebastián Ferrer y su página (www.sebastianferrer.cl) . Tiene una linda página y un link donde te puedes inscribir en la lista de mails. Sí, sí, una después se queja de los spam, pero como andaba con el asunto del look en la cabeza, y decía que te enviarían buenos datos, me inscribí. El asunto es que automáticamente al inscribirte participas en un sorteo semanal de un corte gratis. Estupendo. Shidi andaba de suerte y se lo ganó. He ahí las razones porque me pude hacer un corte muy top por cero pesos. Y me encantó. Y a mi novio tb (qué importante es eso para nosotras a veces…).
Ups. Pretendía contar un par de cosas más que me pasaron el fin de semana, pero la Macedonia se me fue a las pailas. Me extendí mucho. En un par de días cuento mis otras reflexiones mejor. No quiero que nadie se duerma en mi blog.
Tenía miedo de mi reencuentro en un centro estético. Pero fue exactamente bueno. Yo lo único que pedí es que me cortara el pelo un hombre, y vaya que lo hizo bien.

Ojo: Un buen dato para que salgan igual de feliz que yo de la pelu, es que tengas claro más o menos qué quieres hacerte, y sobre todo que NO quieres hacerte. Además siempre es bueno decirle al (la) peluquer@ que no te peine mucho, porque todos esos implementos, cremas y tiempo, no lo tienes cuando te levantas apurada y con suerte te miras al espejo. Qué femenino mi post. Bueno, es lo que hay.

jueves, octubre 06, 2005

Vamos a Decir que No oh.. oh.. (17 años después)



Para el plebiscito del 05 de octubre de 1988 tenía seis años. Me sorprendí recién al sacar las cuentas, porque tengo recuerdos muy claros de cómo fue para mí ese día. Vino mi tío de Canadá (el exilio había terminado por decreto en agosto del mismo año), y trajo otros amigos que vinieron a visitar el curioso país que pretendía salir de una dictadura de casi veinte años, por medio de un plebiscito. En mi casa se hizo una gran fiesta para festejar su llegada. Mi familia es muy numerosa (son doce hnos), para entonces estaban vivos mis abuelos, y los más de treinta primos aún no nos mandábamos solos, así que muchos asistieron a la fiesta con sus padres, mis tíos.
Recuerdo los inicios de la primavera, los primeros días en que se iba con calcetas al colegio, la expectativa de la llegada de mis tíos, la silenciosa división que existía en mi familia. Un tío (que vivía a una cuadra de mi casa) estaba ligado a la policía de investigaciones, en su puerta se veía un autoadhesivo que promovía el "Sï", ese mismo que llevaba una estrella tricolor en el punto de la "i". Ese tío era el papá de mis primos hermanos con los cuales me crié.
Por otra parte, estaba una tía, de profunda cercanía también, la cual en la ventana de su casa tenía una gran bandera que gritaba "NO!". Yo no entendía mucho... La palabra plebiscito era hasta difícil de pronunciar. Mi mamá era muy cuidadosa en sus apreciaciones, para no generar ningún tipo de sectarismos familiares. Me explicó ante mis insistentes preguntas que "el Sí, era para que el gobierno de entonces siguiera por un tiempo más y el No, para que se acabara, y viniera otro". No pude computar tal enredo. Ni siquiera sabía que había un gobierno sobre nosotros.
Respecto a la trascendente campaña televisiva, (como buena niña de los ochenta la televisión fue mi patio de recreación principal), recuerdo que me gustaba la propaganda del No. Era alegre, tenía colores... me sabía de memoria la canción. La del Sí me daba miedo. Nunca voy a olvidar una imagen musiccalizada por el coro de Carmina Burana, donde se lanzaban molotov y los pacos reprimían las acciones. Tuve unas cuantas pesadillas con esa imagen en esa época.
Luego vino lo de Büchi y Aylwin. Se repitieron las fiestas, y las divisiones. Un tío llevaba en su solapa una chasquilla y mi tía un arcoiris colorinche. Mi mamá me explicó escuetamente que Büchi era el continuador de Pinochet. Todavía no lograba computar la frase.
Han pasado 17 años del plebiscito, el día que ha generado más esperanzas en el país, al menos durante la segunda mitad del siglo XX. 17 años también fueron los que Augusto Pinochet hizo y deshizo a su antojo. Estamos casi empatados... (democracia mediante).
Será hora ya de sacar los balances de mediano y largo plazo, y dejar de pensar, en nuestro legalista país, que la transición se termina por decreto??? Han pasado 17 años de esa gran esperanza de que el sol volviera a salir. Y ha salido en cierta forma. Pero porque cada uno de nosotros ha hecho lo suyo. Si me van a decir que porque se lanza un paquete de reformas constitucionales se puede afirmar que Chile superó lo pasado (no hay que olvidar que lo mismo se dijo con el Informe Rettig y también con el reciente Informe Valech), se agradece la intención, pero no hay reforma que por sí sola genere una sanación espontánea. Es el tiempo quien cura las heridas. Nuestro trabajo es hacer que esas heridas tengan su aprendizaje respectivo.

Aquí un buen sitio sobre el plebiscito.

sábado, octubre 01, 2005

Sacando el Tejido 2 (de Vacas gordas y Toros desatinados)

No era mi intención postear, porque quería que mi foto de abajo se conservara por más tiempo (no significa poco haberla puesto), pero la ocasión lo amerita supongo. La Nati amplía el espectro de lo que voy a contar, así que la haré corta. Hoy en un seminario de historia social, en la Universidad de Chile, Alfredo Jocelyn-Holt (sí, el mismo historiador que hizo polémica hace unas semanas por enfrentar a Bachelet en un seminario de medios de comunicación), dijo que "luego de que Bachelet sea ungida", porque lo consideró como evidente, vendrá el gobierno de la Vivi (Kreutzberguer), y afirmó que, como bromeó con Totó Romero, estos ocho años, serían (textual) gobiernos de vacas gordas. Tal como relata la Nati, la gente rió bastante. Yo tampoco le encontré mucha gracia. Encontré su comentario machista y desatinado. De partida, él no es míster universo, bajo su camisita bien planchada, hartos kilos de más que tiene y a él nadie se anda refiriendo al respecto. Además, me gustaría ver si sería capaz siquiera de llevar a cabo una campaña presidencial sin que su distinguida esposa, mujer, inteligente y capaz, tal como la aludida, lo esté apoyando constantemente. Fue una falta de respeto, tanto como las pifias que salían de la tribuna cada vez que él emitía una aseveración. Criticaba las pifias por inconducentes... ¿y su comentario? Tampoco soy Bachelista, pero no me gustó el chiste. En absoluto. Aunque parezca tonta grave, igual que mi socia Nati. Y que no me vengan a decir que la sra. Bachelet es débil porque se quebró la otra vez... En qué época de las cavernas se vive ? O acaso nuestro electorado puede estar tan ciego de miedo como el norteamericano que eligió a uno de los peores presidentes de la historia mundial??? Hasta aquí llego, porque podría llegar hasta Ibáñez o la guerra civil de 1891. He dicho.