Luz y calor

Hay días en que uno tiene días de mierda. Que incluso pueden transformarse en una semana o más de mala racha. Y la puteada es general; al mundo y la metafísica por la mala onda concebida.
Pero hay días que son luminosos. Qué te preguntas qué diablos hiciste para merecer tanta bondad. Tanta suerte. Tanta locura de encontrarse con gente que se entrega con brazos abiertos. Que te deja entrar a su casa, conocer su vida, su intimidad, su hijo, que su mujer te abre la puerta para que te sientas cómoda. Que te muestra sus letras, sus discos, la historia de su vida. Hoy día partí la grabación de mi corto documental de fin de semestre. Y grabé a Seo2 y su familia, unas personas que no hacen más que entregar transparencia cuando más se necesita.
Luego les cuento de qué se trata. Además, lo tengo a él, el mejor asistente de cámara del mundo, que me cuida la espalda mientras miro el lente.
Un día de sol y calor; en todos los sentidos.
En la foto los peces de la familia, y el hospitalario refresco de Dolores.