viernes, noviembre 17, 2006

Versus


Siempre me ha complicado decidir. Debe ser que tengo un ámbito de inseguridad que me mantiene pendiente todo el tiempo de los pros y contra de mis decisiones. Los cambios me estresan, aunque reconozco que me hacen muy bien, todo cambio me parece negativo; y admiro a quienes tienen la posibildad de dejar atrás algo sin mucho apego... A mí todavía no me resulta.
Estas semanas he tenido que decidir muchas cosas. Optar por ir a un cumpleaños familiar, o ir fuera de Santiago a celebrar que la Xime está un año más con nosotras. Devolverme antes para ir a grabar, y llamar antes para preguntar, o quedarme hasta el domingo dejando el tema un poco en manos del destino... Ir a ver a mi hombre que toca el viernes, o cumplir con el compromiso de viajar con mis amigas.
Levantarse temprano a ganarse los pesos; Ir a editar y a clases, aunque me esté muriendo de sueño y cansancio. Seguir con el tema de mi corto, aunque me ha costado demasiado parirlo
La decisión ha sido seguir, seguir, seguir. Todo el tiempo, siguiendo la intuición de que el esfuerzo rendirá frutos. Pero hoy me paré, porque hay muchas cosas en juego. Y mi cuerpo me está pidiendo un break para llegar a buen puerto al fin de año. No voy a grabar; aunque me cueste caro tal vez. No voy a insistir, porque quizás a veces no sea tan malo que el asunto siga su curso natural. Aunque sea una vez.

3 comentarios:

Fontana dijo...

Yo no decido.
Nunca.
Le pregunto al solitario y él decide por mí.
Bueno, no será tan cierto pero me acordé de El Hombre de los Dados, de Luke Rhinehart.

Anónimo dijo...

Gracias por la reflexión...a veces el sentido va en dos tres y hasta cuatro direcciones, por qué no?

Gonzalo Villar Bordones dijo...

buscaré tus ojos en esta noche sin estrellas.