sábado, julio 19, 2008

After Life


Esta semana se estrenó en Bazuca (diez años después de su estreno en cine) la película japonesa “After Life”, dirigida por Hirokazu Kore-eda, y en la cual actúan Erika Oda, Kei Tani, Susumu Terajima, Hisako Hara, Takashi Naito (por si los nombres de actores son su fetiche).

Para contar rápidamente la trama, se puede decir que trata de una oficina (con cara de hospital antiguo), en una gran casa con jardines interiores, deteriorada por el paso del tiempo, en el cual reciben nada más y nada menos que personas que han muerto recientemente. Pero no llegan ni dañadas, ni baleadas, ni sangrando. Para nada, llegan caminando igualito a cuando estaban vivos.

Esta institución (que tiene imagen corporativa y todo, y posee empleados con mucha paciencia a cargo), tiene la singular misión de hacer recordar a sus huéspedes, el momento más feliz de sus vidas, para de esta forma recrearlos y rodarlos de una manera adorablemente amateur. Luego de rodado, ese recuerdo será lo único que llevarán para el paso siguiente en su camino post-mortem.

La película es adorable. Tiene el ritmo pausado de quien no tiene apuro, ni siquiera porque los huéspedes sólo tienen tres días para decidir su mejor recuerdo. Sus personajes también son tan amables que es imposible no enamorarse de un par. En cuanto a la factura más “técnica” (si es que puede separarse del efecto que nos produce a nivel integral), acciones como el corte directo en las entrevistas a los recién llegados, o la inclusión de imágenes en vhs, con esa textura que sólo el vhs nos hace recordar, demuestra la fineza utilizada en recursos mucho más sensibles que artificiosos para hablar de la muerte.

A ratos, pareciera que estamos frente a un documental y no frente a una película de ficción, que por cierto se autocita a si misma, estableciendo rodajes enmarcados, al recrear los recuerdos elegidos por los huéspedes. Esta cita al documental se da principalmente por las naturalistas actuaciones de ciertos personajes. Por lo pausado de ciertas secuencias, por los cortes directos anteriormente mencionados, y por la realista dirección de arte del film

El misterio y la tensión de la película, lo pone un personaje que se reencuentra con aquello que más amó. Muchos, pero muchos años después.

Arriéndela y véala. No se va a arrepentir, se lo digo en serio.

1 comentario:

L Mery dijo...

Nada mejor que encontrar aquello con lo que uno no se arrepiente, en todo orden de cosas, digo.
Voy a buscar la peli, siendo japo me retribuye el doble, jaja.
Como va la vista? buena vista social club?, ojalá, asi con dias alegres y un feliz invierno.
Algo pasa que al menos a mí me parece que está a punto de empezar a llover dulces...
Abrazo, L.