Ellas dos nacieron un siete de abril.
Billie Holiday en el año 1915 en Estados Unidos, Lucila Godoy (o Gabriela Mistral) el año 1889 en la localidad de Vicuña, norte de Chile.
Las dos fueron pioneras en su ámbito. La primera marcó la historia del blues en el siglo XX, y la historia de las voces femeninas de la llamada “música negra”. La segunda, abrió caminos no sólo en la enseñanza y el amor a la educación escolar, sino también marcó la historia de la poesía chilena y mundial, esto de manera conjunta con su labor de diplomática en la década de los cincuenta.
Ambas tuvieron también una vida dura; llena de difíciles obstáculos. O sea… si no es fácil ser pionera ahora, año 2006, es cosa de imaginarse lo que fue en la primera mitad del siglo XX.
Sus vidas emocionales están también copadas de tristes historias de amor. Tan tristes como desconocidas para la gran mayoría de nosotros, pobres mortales. A pesar de aquello, todo el legado de este par de mujerazas, más de cien años después de su nacimiento, sigue plenamente vigente; Los discos de Holiday siguen escuchándose, su capacidad vocal sigue estudiándose, sus videos siguen revisándose como un clásico. Los poemas de Mistral siguen publicándose en decenas de traducciones y su nombre sigue apareciendo en textos escolares como “la primera mujer de habla hispana en recibir el Premio Nobel de Literatura” (aunque como se sabe, recibiría tiempo después el Premio Nacional de la misma categoría, cuento viejo ese…).
Yo tengo el enorme honor de haber nacido el mismo día que estas dos estrellas. Y no es por aires de megalomanía el paralelo; no. El asunto es que desde que me enteré que estas dos mujeres a las que admiro de sobremanera nacieron un siete de abril (y que por cierto no nacieron en cuna de oro), cada cumpleaños, me planteo el desafío de tener una milésima parte de su fuerza para ser tan pioneras; tan arianas en su forma de llevar la vida. Tan porfiadas para poder llegar a cumplir lo que su talento les indicó. Y este año es, sin duda, un año para confiar en lo que creo tener talento. Y ojo que ni siquiera me imagino un premio municipal. La calidad, dicen, empieza por casa.
Todos invitados a la fiesta !
Billie Holiday en el año 1915 en Estados Unidos, Lucila Godoy (o Gabriela Mistral) el año 1889 en la localidad de Vicuña, norte de Chile.
Las dos fueron pioneras en su ámbito. La primera marcó la historia del blues en el siglo XX, y la historia de las voces femeninas de la llamada “música negra”. La segunda, abrió caminos no sólo en la enseñanza y el amor a la educación escolar, sino también marcó la historia de la poesía chilena y mundial, esto de manera conjunta con su labor de diplomática en la década de los cincuenta.
Ambas tuvieron también una vida dura; llena de difíciles obstáculos. O sea… si no es fácil ser pionera ahora, año 2006, es cosa de imaginarse lo que fue en la primera mitad del siglo XX.
Sus vidas emocionales están también copadas de tristes historias de amor. Tan tristes como desconocidas para la gran mayoría de nosotros, pobres mortales. A pesar de aquello, todo el legado de este par de mujerazas, más de cien años después de su nacimiento, sigue plenamente vigente; Los discos de Holiday siguen escuchándose, su capacidad vocal sigue estudiándose, sus videos siguen revisándose como un clásico. Los poemas de Mistral siguen publicándose en decenas de traducciones y su nombre sigue apareciendo en textos escolares como “la primera mujer de habla hispana en recibir el Premio Nobel de Literatura” (aunque como se sabe, recibiría tiempo después el Premio Nacional de la misma categoría, cuento viejo ese…).
Yo tengo el enorme honor de haber nacido el mismo día que estas dos estrellas. Y no es por aires de megalomanía el paralelo; no. El asunto es que desde que me enteré que estas dos mujeres a las que admiro de sobremanera nacieron un siete de abril (y que por cierto no nacieron en cuna de oro), cada cumpleaños, me planteo el desafío de tener una milésima parte de su fuerza para ser tan pioneras; tan arianas en su forma de llevar la vida. Tan porfiadas para poder llegar a cumplir lo que su talento les indicó. Y este año es, sin duda, un año para confiar en lo que creo tener talento. Y ojo que ni siquiera me imagino un premio municipal. La calidad, dicen, empieza por casa.
Todos invitados a la fiesta !
Pd: Por ahora, me conformo con el regalo de que la Xime pueda volver a mover sus piernitas :)
3 comentarios:
Dos mujerazas, tal como dices.
La Holiday enamora a cualquiera con esa voz, nada de flacas ni rubias siliconadas, una voz como esa te pone los pelos de punta.
La Mistral, recuerdo la historia del premio nacional. Nunca quiso venir a recibirlo, e incluso pidió que el jurado hiciera un rollito con el diploma... el resto ya se imagina.
Qué carácter el de estas dos mujeres. Osea, de estas tres mujeres. Porque tú también eres una mujeraza.
Una de quien enamorarse y una a quien tenerle más que respeto.
Lo del talento, tú lo sabes, sólo tienes que sacarle la venda a tus ojos.
Tu Pancho que te ama.
FELIZ CUMPLE HERMANA!!!
espero que te guste el regalo, (si esque no lo has provado aun).
que emocion tener a dos personas que se admiran, de cumpleaños el mismo dia que una, me alegro.
perdon por despertarte temprenito yo te iba a dejar el regalo y me iba pero ya sabes como es mi mamá.
el regalo que pides llegara muy pronto solo ten paciencia.
nos vemos,espero sea un buen dia...
Feliz Cumpleaños a pesar de las penas de este último tiempo Shidi, por que así nomas es la vida, con días alegres por cumplir años (si, hay que alegrarse) y días tristes por que tu amiga no lo está pasando nada bien.
De alguna forma hay que madurar no? a punta de golpes, alegrías y penas.
Las Arianas somos porfiadas si, un poco ermitañas a pesar de nuestra facilidad de comunicación con el resto, pero tambien muy creativas y entusiastas con los nuevos proyectos y desafíos. Así que a crearte un nuevo año lleno de cosas buenas y entretenidas que vivir. Que cumplas muchos más, un beso y hasta pronto!
(yo cumplo el 20, pero no 20....)
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