miércoles, abril 05, 2006

Límites


Hoy pude ver a mi querida Xime. Como ya ha mejorado, podemos entrar un ratito a verla. Todo con mucho cuidado, porque aún no sale de la UTI. Ni siquiera está en UTI intermedia aún. Para nadie es fácil verla, siendo que siempre, antes de entrar ahí, estaba alegando, gritando, riendo (bueno progresivamente volverá a eso, lo sabemos); moviéndose de un lado a otro. Pero yo declaro una maldita limitante adicional que no me causa ningún orgullo, y de la cual, por cierto, me encantaría deshacerme. Tengo fobia a los recintos hospitalarios, a sus máquinas, las agujas, las camas con fierros, las mariposas en los brazos. Pero no estoy hablando de una fobia en la que te pones a gritar como cuando ves una araña. Es una fobia que causa que me desmaye. Así de tonto. Por lo mismo, junté todos mis esfuerzos, junto al precioso consejo de él, mi novio, que me dijo "pero mira, cuando entres piensa que todas esas cosas le han salvado la vida a tu amiga durante todo este tiempo, sin eso, la Xime no existiría para nosotros... entonces, en este momento esas cosas son parte de ella, como sus aritos, su ropa... todo lo demás". En eso me mentalizé antes de entrar ahí, la puerta desconocida por quince días. Donde no se puede entrar si no te desinfectas las manos y no te pones la bata celeste. La vi en su cama, con su cuerpo de cristal y me dijo "Shidi!", con sus ojos cansados por la diálisis, por las máquinas, por los días y días interminables en esa sala. Es brígido ver a alguien en esa condición de indefensión y dependencia total. Es fuerte, sobretodo si la última vez que la viste estaba riendo al lado tuyo en un asado de amigos. Aguanté lo que más pude, lo juro. Le tomé su mano hinchada por todo lo que ha pasado, le hice cariño, hablamos de la vida, mientras su mamá le daba una jalea que engulló como el mejor de los manjares de la vida. Imitó al cura que va todos los días a las salas, contó que pelea con los médicos, movía una y otra vez la sonda de oxígeno que se pierde en su nariz.
De pronto las máquinas y todo comenzó a tornarse de gris a blanco. Entonces supe que era momento de irse. Que llegué al límite, y por todo el esfuerzo que pusiera, y todo el amor que le tengo a la Xime, y todas las ganas que tenía de verla, abrazarla y darle un beso, no podía dar el show de desmayarme ahí. La maldita fobia, de la que me había olvidado con la alegría de verla ahí, actuó automáticamente. Salí con la excusa que estaba atrasada, y me tiritaban las piernas. La salida se hizo eterna, hasta que me saqué la bata, y resistí hasta la sala de espera.
Perdón amiga, quería contarle mil cosas más, pero hasta ahí no más llegué. La quiero, la extraño. Quiero que salga pronto para tener un domingo de películas y chocolates.
Entrar ahí me enseñó lo cerca que estuvo. Pero ya no lo está. Ahora está con nosotros, con límites o sin ellos, más cerca que nunca.
Pd: hemos impreso los post que hemos hecho las amigas. Y sus comments también están impresos. Pronto los verá todos.

6 comentarios:

camafeo dijo...

Yo estoy feliz de que pudieras entrar a verla, que conversaras con ella y también que cuantificaras la magnitud de lo que tuvo. A veces estas cosas nos hacen tomar la vida de otra manera, aunque suene mamón.
Es cosa de tiempo el tener a la Xime con nosotros tal como antes.

Tu Pancho

La Exiliada del Sur dijo...

Yo creo que este es el momento preciso para valorar aun mas lo que tenemos, porque cuesta conseguir a alguna persona con la que tengas ese tipo de complicidad, pero es demaciado satisfactorio.
Que bueno que este de este lado aun, que bueno que tengan otra oportunidad para quererse mucho.
Fuerza
Saludos

Unknown dijo...

te vi vi tu cara que se desvanecia pero la alegria y la emocion en tu ojos de haber visto a nuestra amiga no tiene precio.. es mas no sabes como me hubiera ustado entrar lo hubiera echo pero mi maldito resfrio menos..!!!! asi que filo se que stedes al estar con ella es un pokito de mi y de todas que van hacia ella ... q suerte aunque confiezo entre nos que tengo mucho miedo de verla de nuevo ya la oi y era una niña de 9 años al telefono..
en fin de apoco la veremos todos... y de a poco volvera a ser la misma...cabra chika y gritona jajajajja
nos vemos lA.

Belén dijo...

de eso hablamos con mi mamá y tu ayer, nosotras creemos que es porque desde muy pequeña estuviste internada en hospitales y por lo de tu papá tambien.
Reconozco que me dio penita cuando nos contaste que te dio un casi desmayo con todas las ganas que tenias de verla.
No te imaginas cuanto me alegro con la noticia, espero que pronto llegues diciendo "la xime esta en su casa!!", paciencia.

luego se viene tu cumpleaños y confio que una noticia de ella será tu mejor regalo, esperemos que de aqui en adelante sean puras noticias buenas de la xime.

aunque no lo creas tambien me preocupo por ti y tu 2da familia(tus amigos).

Laura!

Pilar dijo...

Que bueno que pudiste resistir tu fobia y entrar a darle un poco de tu energía.
Las mujeres estamos hechas para resistir cualquier cosa sobretodo en situaciones extremas, como la enfermedad de tu querida amiga y esa fobia molesta a los hospitales, entre miles y miles de otros grandes dolores y cosas complicadas que tiene la vida. A seguir optimísta y esperanzada en que todo esto pasará pronto y exitosamente para ella.
Un abrazo Shidi, hasta pronto.

Anónimo dijo...

Bueno, pero entraste y viste a tu amiga y alcanzaste a retener el pavor para poder dialogar un rato con ella, mis felicitaciones....
realmente, a pesar de lo mucho mucho mucho que me gusta el ambiente "laboral" para mí en una UCI, para quien no es de ahi es una verdadera peste, así que no te preocupes, ojala que tu amiga salga de ahi luego a un lugar mejor ;)

Saludos!!:D
JCM