I: Soñar no es absolutamente gratis, el costo de aquellos sueños es proporcional a la elevación del mismo (es decir que mientras más alto, más dolerá el porrazo).
II: La esperanza en algunos momentos debería ser lo primero que se pierde (y no lo último como es regla general). Para contrarrestar su poderosa influencia, es bueno sentarse un rato, tomar aire y no actuar impulsivamente... ser un poco práctico y pensar ¿Tiene sentido seguir aferrándose a esto o aquello???
III: La felicidad son momentos. Por ello hay que aprovecharlos, porque tarde o temprano llegarán aquellas incómodas cuotas mensuales (generalmente proporcionales al tamaño de la felicidad vivida). Entonces si vas a pagar... mejor disfrutar. Ya saben, el Carpe Diem y todo eso...
En fin, creo que todo tiene que ver con el tema de hacerse responsable de las consecuencias de nuestros actos... con el tiempo se aprende que nada es gratis en la vida, por tanto soñar, hacerse esperanzas y disfrutar sin tomar en cuenta que vendrá una personita a dejarnos la cuenta de todo aquello a nuestra puerta, no es recomendable. Pero tb aludiendo a los lindos post que dejaron, es por lo menos tonto privarse de los sueños, las esperanzas y la felicidad... más que mal son las tres esencias que nos dan el combustible para levantarnos todos los días (más con el frío que ha hecho este último invierno).
Gracias por sus post!
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